viernes, 20 de abril de 2007

La primera hora tras el parto.

Artículo publicado en Proyecto Materna.


Habitualmente, en nuestros hospitales, los bebés son separados de sus madres nada más nacer para realizar una serie de pruebas, exámenes y acondicionamientos rutinarios. Pesarlos, medirlos, lavarlos y perfumarlos parece ser más importante que ese primer contacto entre madre e hijo.

Sin embargo, diferentes autores e instituciones defienden el establecimiento de rutinas muy diferentes. La misma OMS plantea la necesidad de no perturbar ese contacto inicial durante las dos primeras horas tras el parto.

Michel Odent nos habla de la importancia de esa primera hora de vida desde un punto de vista hormonal. El autor, basándose en diferentes estudios, relaciona el éxito y la duración de la lactancia con el “cóctel de hormonas del amor” que se segrega justo al final del parto si se deja a madre e hijo relacionarse a su ritmo sin interrupciones ni intervenciones de ningún tipo. A su vez, esas hormonas favorecerán no sólo la subida inicial del calostro y más tarde de la leche materna, sino también el alumbramiento natural de la placenta y ayudarán a contraer y recuperar el útero.

Otros autores, como Bowlby o Chamberlain reflejan la importancia de esos primeros momentos cuando hablan del establecimiento del vínculo afectivo, que favorece la intimidad y el contacto físico y a la vez se ve favorecido por ellos.

Así, defendemos la importancia de esa primera hora de vida desde un punto de vista tanto físico como emocional. Dejar tranquilos a la madre y al bebé tras el parto, sin perturbarles con luces, ruidos, conversaciones, separaciones o intervenciones médicas de rutina hará que tanto uno como otro se beneficien e inicien una maravillosa historia de amor.

3 comentarios:

  1. Nuria, como te conté en un post anterior, soy mamá de trillizos nacidos en noviembre de 2009. Durante mucho tiempo sentí un profundo dolor por no haber podido disfrutar de este tiempo después del parto con mis hijos. Ni la primera hora, ni las primeras 20... y a partir de allí y por largos 15 días, pude tenerlos de a ratos y durmiendo ellos en la clínica y yo en mi cama, si a lo que yo hacía se puede llamar dormir. Por mucho tiempo me sentí culpable y culpé a la institución donde nacieron por esto. Y lo lloré y lo sufrí y lo volví a llorar otras tantas veces. Hasta que me di cuenta de que en este artículo, como en tantos otros, se habla de bebés nacidos a término, y de a uno por parto. Y que mis tres hijos y yo, nacidos prematuros, no entramos en esa realidad. La nuestra es otra, una en la que era necesario para su supervivencia que estuviéramos separados, que podrían no estar a mi lado ahora si no hubieran tenido esa asistencia que me privó de tenerlos sobre mi piel ese tiempo. Amo a mis hijos profundamente, reciben tantos mimos, tantos cuidado, tanto tiempo y dedicación de nuestra parte como pueden tener. Estoy de acuerdo 100% en la crianza con apego, y por eso quiero pedirte un favor... quiero leer alguna vez algún artículo que nos incluya a las madres múltiples, que no nos sintamos físicamente impedidas de ejercer una crianza como la que propones. Porque no es así. Te lo pido con amor, como un regalo para mi y todas mis amigas, encontradas y reconocidas como tales desde el camino de la maternidad múltiple, que nos sentimos o hemos sentido alguna vez así. Gracias.

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  2. Otra vez, gracias por tu comentario.
    Entiendo lo que cuentas... todo aquéllo que sale de lo normal, todo aquéllo que presenta más retos y complicaciones es lo que en ocasiones nos hace alejarnos del ideal, pero a veces sólo nos justifica.
    Muchísimos bebés en nuestros hospitales, y no sólo los múltiples, son separados de sus madres, a veces con motivos y otras muchas sin ellos...
    En vuestro caso, y por lo que cuentas, la intervención y la separación fue necesaria. Las madres tenemos muchas herramientas para criar a nuestros hijos con lo mejor que tenemos y dando respuesta a sus necesidades, independientemente de cómo haya sido el inicio de nuestra relación. No es lo ideal... pero es la realidad que tienes entre las manos. Mucha suerte en tu camino.
    En cuanto a tu propuesta... me quedo con el "desafío" y en cuanto pueda intentaré escribir algo al respecto.
    Un abrazo!

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